Por Mauricio Sulaimán / Hijo de José Sulaimán / Presidente del WBC
Me tomaría muchas columnas poder describir lo acontecido durante esta increíble 59ª convención anual del Consejo Mundial de Boxeo en la Ciudad de México. Se logró cumplir el sueño y superar, por mucho, las expectativas.
Estoy profundamente agradecido con quienes se subieron al ring para hacer posible este inolvidable evento. Los colaboradores de la oficina central se entregaron en cuerpo y alma, y con muchos sacrificios para que todo fluyera a la perfección; la gran cantidad de voluntarios, todos quienes laboran en el Hotel Presidente Intercontinental, al igual en el Restaurante Arroyo, y amigos que apoyaron la convención son quienes se llevan el aplauso final.
Fue un honor haber tenido a la doctora Claudia Sheinbaum en la ceremonia de inauguración, y desde ya, nos pondremos a trabajar para lograr los objetivos planteados durante su discurso: lograr el Récord Guinness, con la clase de boxeo más grande del mundo, en El Zócalo; regresar los Torneos de los Barrios, activar Boxeando por tu salud, en Paseo de la Reforma, y traer al menos una magna función a la CDMX, en 2022.
La banda de guerra de la Secretaría de Marina impactó al rendir honores a la bandera y el Himno Nacional fue entonado majestuosamente por el gran artista Manuel Mijares, quien lo hizo en cinco ocasiones durante las peleas de JC Chávez. El coro del Instituto Politécnico Nacional cantó la melodía del WBC: We are the world, con la presencia de las banderas de los 170 países afiliados.
La presencia de Floyd Mayweather Jr. fue espectacular. No se cansó de decir: I love Mexico (amo a México). Participó activamente en la inauguración, en las sesiones de trabajo en el hotel, y recibió un premio único, el cinturón original de la primera generación verde y oro, precisamente el que se usó en los años 70, en el que Muhammad Ali fue el primero en poseerlo.
Sugar Ray Leonard fue magnífico. Tuvo encuentros históricos con su archirrival, pero ahora hermano del alma, Roberto Manos de Piedra Durán, con el que también entabló una sincera amistad con Floyd, con pláticas larguísimas, donde ambos se brindaron con gran calidez; además, se encontró con Donny Lalonde, a quien venció en una pelea dramática, en 1988.
El saludo entre Leonard y Canelo en las instalaciones de TV Azteca fue maravilloso. Larry Holmes estuvo presente como portavoz de los campeones de la división máxima; él es uno de los grandes monarcas de la historia, quién rescató al boxeo que estaba agonizando, tras el retiro de Muhammad Ali.
Julio César Chávez, como siempre, fue el centro de atención, simpático y ocurrente. Estuvo acompañado de muchísimos campeones de todas las épocas: Ricardo López, Érik Morales, Carlos Zárate, Lupe Pintor y otras decenas de monarcas mexicanos más.
También las mujeres asistieron con Las tres reinas: Ana María Torres, Jackie Nava y La Barby Juárez, en compañía de muchas más de México, y la canadiense Jelena Mrdjenovich y la alemana Tina Rupprecht.
El homenaje al hombre más valiente del mundo, el niño Bridger Walker, quién salvó a su hermanita de cuatro años del ataque de un perro, se dio en Arroyo, al encontrarse en el escenario con Óscar Rivas, el primer campeón mundial de la nueva creada división Bridger.
Walker le dio el cinturón de monarca al colombiano, quien a su vez, le entregó los guantes con los que ganó su pelea. La doctora Sheinbaum le regaló una piñata con su imagen, y Floyd, una réplica del cinturón Teotihuacán.
Eddy Reynoso fue reconocido, por tercer año consecutivo, como el Entrenador del Año, y fue coronado como campeón al recibir el máximo galardón del organismo, el cinturón de monarca. De la misma forma, recibió un merecido reconocimiento, en el Senado de la República, de manos del senador, Ricardo Monreal.
Jimmy Lennon Jr. estuvo presente como maestro de ceremonias, pero también fue sorprendido al recibir un trofeo por su trayectoria que le entregaron Chávez y Azabache Martínez. La pelea entre estos dos guerreros, fue la primera de campeonato, en la que Jimmy tomó la estafeta de su querido padre.
Las sesiones, las mesas de trabajo, las certificaciones de jueces y réferis, y los múltiples acuerdos tomados para 2022 fueron demandantes y extensos, pero los resultados dan pie a seguir liderando el boxeo a nivel mundial. La presencia de los presidentes de la WBO, Francisco Valcárcel, y Daryl Peoples, de la IBF, demuestran la unidad que existe y de hacer todo lo posible para mejorar nuestro deporte.
¿Sabías que…?
Es la primera vez en la historia que el Boxeador del Año fue designado sin votación. Saúl Canelo Álvarez lo fue, tras su contundente año, y convirtiéndose en el primero con los cuatro cinturones en peso supermediano.
Anécdota de hoy
En la convención de 1980 en la CDMX, la gran sensación era Larry Holmes y la pelea en turno era contra la esperanza blanca Gerry Cooney. Mi papá los convocó para estar en la inauguración de la misma, y cuando se encontraron en el lobby del desaparecido Hotel Continental, se encararon, y al ponerse las cosas calientes, mi papá se metió para calmarlos, sólo para encontrarse con un jab a la mandíbula lanzado por Cooney. Cuando llegó a la casa, mi mamá preocupada le cuestionó: “¡Vieja, me dieron un mandarriazo, por andarme metiendo a separar a los gigantones, pero no me tumbó, para que veas que sí aguanto!”.
Agradezco sus comentarios en contact@wbcboxing.com
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