Esta semana se dio a conocer un muy merecido reconocimiento a un gran mexicano, se trata de Eddy Reynoso. La Asociación de Escritores de Boxeo de Estados Unidos determinó nombrar al tapatío como “Entrenador del Año”.
¡Qué gran noticia para el boxeo mexicano y qué orgullo ver que una agrupación internacional reconozca de esta manera el trabajo de este joven apasionado del boxeo!
Pero, ¿quién es Eddy Reynoso? Edilson es hijo del conocido entrenador José Chepo Reynoso.
Nació en el boxeo y además está casado con la hija de uno de los grandes campeones de la historia de nuestro país, Efrén Alacrán Torres.
Su inicio en el boxeo internacional se da con el éxito de un gran monarca, formado por Don Chepo, se trata de Óscar Chololo Larios, campeón del CMB, título que defendió en gran cantidad de ocasiones, inclusive, triunfando en Japón, en peleas muy cerradas, pero saliendo con la mano en alto, ya sea ganando por decisión, y eso, fuera de casa es más complicado de lo que uno se puede imaginar.
El destino los llevó a descubrir a un niño pelirrojo y pecosito. Ese chico que de inmediato se ganó el respeto de los Reynoso por su valentía y poder de puños, ese es Saúl Canelo Álvarez.
Don Chepo nos contó que en una ocasión El Canelo llegó para participar en una de sus primeras peleas como profesional, y tendría 16 o 17 años. Él, al ver el rival que le tenían preparado los promotores de la función para el tapatío, un tipo de 28 años, fuerte y con ya una avanzada carrera, avisó que el muchachito no pelearía, pero Saúl se envalentonó, y los obligó a concertar la pelea. Y Canelo ganó contundentemente.
Los Reynoso han logrado hacer un gran equipo con El Canelo. Llevan juntos casi 15 años, y han logrado una relación ejemplar, única y seguramente será de por vida.
La carrera de un entrenador es, por lo general, difícil. Existe mucha injusticia. Aún y cuando la labor realizada es fundamental para el éxito del peleador, es común que sea el púgil quien se lleve la gloria, el dinero, la fama y el reconocimiento.
Existen tantos entrenadores que viven metidos en su gimnasio desarrollando boxeadores para que de repente, llegue alguien y se lo lleve; dejando en el olvido todos esos años de sacrificio, dedicación y formación.
El boxeo es considerado equivocadamente como un deporte individual. Sí, es el peleador quien sube al ring, pero detrás de una función hay muchísimas situaciones en las que hay un equipo atrás y que es fundamental para triunfar.
El entrenador es quien se levanta todas las mañanas a correr con su peleador, es el que busca los medios para poder llevarlos a tener un campamento y lograr una buena preparación; es quien diseña el plan, estudia al rival y genera una estrategia. Y se convierten en una figura paterna, son guías en lo boxístico, y en su vida personal.
El WBC instituyó en 2018 un premio especial para los entrenadores. Se trata de un cinturón de campeón mundial, pero en forma de toalla, inspirado en la común imagen de los entrenadores en la esquina con éste al hombro.
Este premio especial es entregado a todo entrenador que corona a un campeón mundial del WBC.
Y regresando a la carrera de Eddy, la cual va en ascenso de manera impresionante, será galardonado este próximo 30 de abril en una ceremonia que se llevará a cabo en Las Vegas, Nevada, y ahí estaremos presentes para reconocer y aplaudirle en este momento cumbre de su carrera.
Eddy está formando un equipo de boxeadores de primer nivel, ya tiene el destino de algunos campeones, Julio César Rey Martínez, campeón mundial WBC en peso mosca; Ryan García, monarca mundial plata WBC en peso ligero, y el ex campeón pluma, Óscar Valdez, quien disputará el título superpluma WBC al gran campeón actual, Miguel Alacrán Berchelt.
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