Por Beka Romero
Nuestra alimentación no solo tiene gran importancia en la salud física, sino también en la salud mental y emocional. Un plan de alimentación equilibrado no sólo proporciona los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, sino que también puede afectar el estado de ánimo, la claridad mental y la salud mental en general.
Existen Investigaciones que han demostrado la asociación entre los alimentos que consumimos día a día y el bienestar mental. Por ejemplo, una alimentación rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado, grasas saludables entre otros alimentos, se relacionan con una menor incidencia de depresión y ansiedad. Estos alimentos proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes que son esenciales para la función cerebral y la regulación del estado de ánimo.
Por otra parte, el consumo excesivo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas como galletas, papas fritas, refrescos y muchos más, se han asociado con un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo, como la depresión. Estos alimentos pueden causar inflamación en el cuerpo y afectar negativamente la química cerebral, lo que puede contribuir a la aparición de problemas de salud mental.
Es importante adoptar un plan de alimentación equilibrado y nutritivo ya que no solo es beneficioso para el cuerpo, sino también para la mente pues al ingerirlos automáticamente estamos cambiando el pensamiento y nos sentimos aún mejor, crear hábitos saludables puede ser un poco complicado al inicio pero la recompensa no solo es para tu cuerpo sino para tu bienestar emocional hoy y cada día.
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