Esta mañana el boxeo vivió una gran fiesta, una celebración inolvidable que nos recuerda que la voluntad es más fuerte que cualquier obstáculo.
Y es que, los tradicionales “Martes de Café” se trasladaron hasta la Clínica Hacienda Nueva Vida para despedir al gran ex campeón mundial Miguel Ángel Gonzales quien hoy, termina su rehabilitación y cruza la puerta de la esta clínica como un hombre nuevo, que logró sanar las heridas físicas y emocionales.
Una pelea que lo llevó a desafiar sus propios límites, que lo mandó a la lona pero que su determinación lo hizo levantarse; sin embargo, Miguel no estuvo solo en esta pelea, pues sus papás y sus dos bellas hijas estuvieron ahí, en su esquina, pero también varias personas a las que dle agrdece esta victoria, por supuesto nos referimos al director de Hacienda Nueva Vida, Aaron Silva y al presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaiman.
Y es que, la clínica especializada en adicciones Hacienda Nueva Vida, es esa luz de esperanza para cientos de jóvenes que por diversas situaciones han caído en las garras del alcohol o las drogas.
Aaron Silva, fue enfático al decir que la lucha de estos jóvenes debe ser de todos, pues somos una sociedad que debe hacerlos visibles y desde la trinchera en que nos encontremos poner nuestro granito de arena.
Para finalizar, Aaron agradeció a la familia de Miguel Ángel por confiar en él para ayudarlo a convertirse en un hombre nuevo, libre de adicciones y dueño nuevamente de su vida.
Para el licenciado Mauricio Sulaimán este día es muy especial pues es reconocer la lucha de un hombre que no se dejó vencer, que cayó en el infierno de las adicciones pero que sacó a su espíritu guerrero para darle un KO a las adicciones y así, ganar la pelea mas importante de su vida, convirtiéndose en un ejemplo de que “cuando se quiere se puede” y que no existe nada más grande que la fe y la esperanza.
Miguel, quien fue ovacionado por todos los presentes, pero en especial por su familia quien jamás pensó en tirar la toalla; fue enfático al decir que este enemigo no respeta edades, sexo, religiones o nivel social; no obstante, lo importante es reconocerse y sobre todo aceptar la ayuda.
Emocionado y sumamente agradecido, Miguel se reconoció como un hombre nuevo, que rompió las cadenas de la adicción pero sobre todo que tiene una nueva misión en la vida: ayudar a todos quienes han caído en este infierno, llevándoles esperanza y demostrándoles que SI se puede.
Visiblemente emocionados, los papás del campeón sólo tuvieron palabras de agradeciendo para todos quienes hicieron posible la recuperación de su hijo, pero en especial al máximo dirigente del WBC, licenciado Mauricio Sulaimán y a Aaron Silva, director de la clinica.
En este festejo Miguel no solo estuvo acompañado por su familia de sangre sino también por su familia boxística, entre ellos el ex campeón Carlos Cuadras, la monarca del WBC, Lourdes Juárez, el icono del boxeo femenil Marina Juárez y el gran Carlos Zarate, quien le dedicó unas emotivas palabras con las que reconoció el valor de Miguel pues la pelea con las adicciones es una guerra con el rival más difícil: uno mismo.
Para finalizar y antes de cruzar esa puerta, compañeros de la clínica Hacienda Nueva Vida, le dedicaron una sincera despedida, no sin antes ser reconocido por el WBC y su familia boxística con un cinturón verde y oro de campeón de la vida.
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