Por el Dr. Phillip Goglia – Comité de Nutrición del WBC
La bioquímica cerebral depende de nutrientes para transportar señales. Las deficiencias en vitaminas y minerales o un exceso de grasas saturadas y grasas trans altera la función cerebral y el estado de ánimo.
Este concepto ha estado en estudio durante casi 100 años. Incluso entonces, los investigadores habían notado una mejora en los síntomas de depresión mayor y trastorno bipolar con cambios en los nutrientes. La evidencia sobre la relación entre micronutrientes y salud mental está creciendo. Estudios recientes sugieren que una mejor calidad de la dieta se asocia con menos enfermedades mentales.
Un estudio reciente en el Journal of the American College of Nutrition investigó la ingesta de nutrientes de las personas con trastornos del estado de ánimo y niveles de micronutrientes presentes en la sangre. Muchos de los participantes del estudio tenían ingestas inadecuadas de tiamina, riboflavina, ácido pantoténico, vitamina B6, ácido fólico, vitamina B12, vitamina C, calcio, magnesio, fósforo, potasio, hierro y zinc. ¡Una deficiencia en muchos micronutrientes significa que muchas cosas pueden salir mal con sus cuerpos y cerebros!
Cuando consumimos una cantidad adecuada de vitaminas y minerales, se puede mejorar los beneficios terapéuticos de los antidepresivos o depresores del estado de ánimo. En algunos casos, la amplia ingesta de micronutrientes ha llevado a una reducción en la dosis requerida.
Algunos medicamentos también aumentan la necesidad de algunas vitaminas y minerales porque interfieren con el metabolismo de los nutrientes. No desea que su estado de ánimo fluctúe aún más porque el medicamento en sí mismo le impide absorber los nutrientes que necesita.
Los micronutrientes son componentes dietéticos, a menudo denominados vitaminas y minerales, que, aunque solo son requeridos por el cuerpo en pequeñas cantidades, son vitales para el desarrollo, la prevención de enfermedades y el bienestar. Los micronutrientes no se producen en el cuerpo y deben derivarse de la dieta.
Las deficiencias en micronutrientes como hierro, yodo, vitamina A, ácido fólico y zinc pueden tener consecuencias devastadoras. Al menos la mitad de los niños en todo el mundo de 6 meses a 5 años sufren de una o más deficiencias de micronutrientes, y en todo el mundo más de 2 mil millones de personas son afectadas.
Impact se centra en ayudar a eliminar las deficiencias de hierro, vitamina A, yodo, ácido fólico y zinc.
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