LSD y los riesgos de su consumo

La dietilamida de ácido lisérgico o mejor conocida como LSD es una sustancia psicodélica semisintética que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas y que produce efectos psicotrópicos que puede poner en riesgo nuestra salud.

Por lo regular el LSD se presenta en pastillas pequeñas conocidas como lentejas y en cuadraditos de papel o cartón que se ingieren y se disuelven en la boca. Esta es, una de las drogas más potentes, ya que es activa incluso en dosis muy bajas.

Como ya lo mencionamos el LSD es una sustancia alucinógena, es decir que cambia la forma en que experimentas el mundo, con una percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego, la alteración de la percepción, la conciencia y los sentimientos, además de sentir sensaciones o visualizar imágenes que parecen reales.

Los efectos de su consumo pueden producirse aproximadamente una hora después de tomar la dosis y el “viaje” puede durar unas 12 horas, dependiendo de la dosis.

Cabe mencionar que los efectos están ligados no solo con la dosis, sino también con el contexto donde se encuentre el consumidor, cuando el LSD produce experiencias desagradables se puede experimentar una pérdida del control emocional, ansiedad o pánico que pueden poner en riesgo la integridad del individuo.

Efectos de su consumo:

• Aumento en el ritmo cardíaco
• Aumento de la presión sanguínea
• Alteración de la frecuencia respiratoria y la temperatura corporal
• Insomnio
• Inapetencia
• Sudoración
• Temblores

Además, el consumo de LSD puede ocasionar alteraciones problemas mentales que incluyen ansiedad, depresión y esquizofrenia o trastorno perceptivo persistente por alucinógenos, que se caracteriza por producir efectos parecidos a los del ácido lisérgico semanas o meses después de su último consumo.

Si quieres conocer la lista de sustancias prohibidas emitidas por VADA, puedes consultar el siguiente en link:  https://devsite7.ggmtesting.com/lista-de-sustancias-prohibidas-por-la-asociacion-antidopaje-voluntaria-vada/

Recuerda: ¡TU CUERPO, TU RESPONSABILIDAD!