Monseñor Georges Abiyounes ofreció un servicio de agradecimiento por la extraordinaria vida de José Sulaiman Chagnón, en la Catedral Maronita de Balvanera, en la Ciudad de México, en conmemoración del séptimo aniversario de su fallecimiento.
La asistencia en persona no fue posible debido a los estragos de la pandemia Covid 19, pero gracias a Facebook y otras maravillas de la tecnología moderna, miles de personas de todos los rincones del mundo pudieron acercarse, conectarse y, al hacerlo, presentar su más sinceros respetos a un Gran Hombre. Muchos mensajes conmovedores de amor, amistad, respeto, lealtad, bondad y agradecimiento envueltos en gratitud porque Don José estuvo en nuestro camino. Estas fueron las características que definieron a José Sulaimán, convirtiéndolo en un líder tan grande y en un hombre aún más grande. Vivió su vida según estos principios. José Sulaiman era una persona de personas.
Una gran cruz al fondo ya su izquierda, acompañado por el pino símbolo nacional del Líbano. El obispo Georges con su melena blanca de cabello, ahora más cuidadosamente recortada, a veces ajustando el puente de sus gafas cuadradas oscuras, con todo su atuendo, sosteniendo una pequeña cruz plateada. Pero al mismo tiempo, personalizando constantemente el servicio para su amigo, elogiándolo como una persona que miró y trabajó por el futuro.
Una vida de respeto, amor y justicia con el valor de Dios en su corazón. Un pionero del boxeo que se propuso hacerlo más seguro y humano. Amigo de campeones, pero también inspirador de jóvenes boxeadores que recién comienzan. Don José ayudó a muchos a seguir adelante y progresar con sus vidas.
Luego la conmovedora Ave María de Franz Shubert y la toma de la Sagrada Comunión. Este servicio fue singularmente diferente a los demás, donde la antigua Basílica de Guadalupe estaba abarrotada hasta los topes, pero el sentimiento de unión y cariño sigue siendo tan fuerte como siempre. Quien haya conocido a Don José se enorgullece de ser parte de la Familia del Consejo Mundial de Boxeo de ciento sesenta y seis naciones y de recordarlo siempre con felicidad, alegría, respeto y una gran sonrisa.
1931-2014. Una vida bien vivida.
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