Por James Blears
El invicto Yudai Shigeoka 8-0, 5KO’s de Japón, defiende por primera vez su título de peso paja del WBC, contra el filipino Melvin “Gringo” Jersusalem 24-3, 12 KO’s, el último día de marzo, en el Salón Internacional de Conferencias de Nayoya, Japón.
Esta es una defensa voluntaria y todo queará en familia, porque el hermano menor de Yudai, Ginjiro 24, también zurdo y también invicto, con récord de 10-0, 8KO’s, defiende su título contra ArAr Andales 14–3, 6KO’s, en el mismo cartelera la misma noche.
Algunos veteranos del boxeo critican la ruta rápida de la era moderna que conduce a un cinturón de título mundial absoluto, argumentando que el precoz campeón apenas ha afinado su silbato y todavía es realmente un novato. Pero, en el caso de Yudai, realizó un aprendizaje decente antes de embarcarse en el circuito profesional.
Su récord amateur es 82-10, 20 KO’s. Ganó cuatro títulos nacionales y, en 2018, ganó el Campeonato de Boxeo de Japón en peso minimosca. Quería competir en los Juegos Olímpicos de 2020, pero esta categoría fue eliminada, así que sin más, se hizo profesional.
En su debut profesional el 30 de octubre de 2019, Yudai detuvo a Manop Audomphanawari por nocaut técnico en dos. Su primera pelea destacada fue cuando peleó contra Lito Dante ganando vía UD.
Después de un descanso de catorce meses, Yudai peleó contra Ryu Horikawa por el cinturón vacante de peso minimosca japonés y ganó por nocaut técnico en el quinto. Un recto de izquierda derribó a Ryu en el tercero y más de lo mismo dos asaltos después. El referi lo detuvo. Luego dejó vacante el cinturón.
Yudai dio un paso adelante en su clase, derrotando al ex campeón de la OPBF Tsubasa Koura y ganando un reñido MD. Luego ganó el cinturón vacante de peso paja japonés con un KO en el tercer asalto sobre Tatsuro Nakashima, dejando vacante el cinturón sólo un mes después.
Yudai esperaba pelear contra el campeón absoluto del WBC, Panya Pradabsri, por el campeonato del WBC, pero el veterano tailandés enfermó de faringitis estreptocócica y fiebre. Entonces peleó contra Wilfredo Méndez por el título interino. Derribó a Méndez en el quinto y séptimo y Wilfredo fue eliminado.
Luego, Yudai derrotó de manera convincente a Panya vía UD. Aún más notable porque en el quinto se lesionó ambas manos, pero perseveró hasta triunfar. Todavía tiene veintiséis años, pero es cuatro años más joven que su retador Melvin Jerusalem, quien también es ex campeón mundial.
Melvin, 24-3, 12 KO, estuvo muy cerca de ganar el título del WBC contra el legendario Wanheng Menayothin en 2017.
Luego perdió por UD contra Joey Conoy, después de haber sido derribado en el séptimo y deducido un punto por un golpe bajo un round después.
Una recuperación con una victoria de la UD sobre Toto Landero por el título vacante de la OPBF. Luego, tres peleas más tarde, un brillante nocaut técnico en el segundo round contra el campeón, Masataka Taniguchi, en Osaka el 6 de enero del año pasado. Un enorme recto de derecha en el segundo round derribó a Masataka, quien luchó y se tambaleó durante todo el espectáculo, y el referi lo salvó.
Sin embargo… menos de cuatro meses después, el 27 de mayo, Melvin fue despojado de su corona por el contundente e invicto Oscar Collazo en el Fantasy Springs Casino, Indio, California. Melvin ganó los primeros tres rounds con un preciso jab de izquierda, pero a partir de ahí el zurdo Oscar tuvo su medida, conectando fuertes golpes al cuerpo y combinaciones a la cabeza. El entrenador de Melvin, Michael Domingo, había visto suficiente al final de un séptimo agotador y no le permitió salir para el siguiente.
Es la primera derrota por nocaut en la carrera de Melvin. Fue a manos de un zurdo y ahora está peleando contra otro que es un nuevo campeón del WBC.
Taniguchi entrena en el mismo gimnasio que los hermanos Shigeoka y Yudai promete vengarse cuando golpee a Melvin, prometiendo: “Ganaré por KO. Recuerdo su victoria sobre Taniguchi-San. No puedo dejar que se quede asi”.
Para ganar, Melvin de alguna manera tendrá que superar su anterior paliza. Para lograrlo tendría que inspirarse en el poema de William Blake titulado: Jerusalén:
“Tráeme mi arco de oro ardiente,
Tráiganme mis flechas del deseo,
Tráeme mi lanza, oh nubes desplegadas,
Tráeme mis carros de fuego”.
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