El programa social y deportivo que se desarrolla en las cárceles argentinas con el respaldo del WBC cumplió este mes once años de actividad.
Esta iniciativa colectiva y sin fines de lucro propone llevar el boxeo a las cárceles de la provincia de Buenos Aires. Actualmente funciona en Batán, La Plata, Lomas de Zamora, entre otras. También trabajó en distintas cárceles del interior del país, como en la provincia de Salta y Santa Cruz.
Bajo la coordinación de un gran equipo de profesionales de educación física y directores técnicos de boxeo, Boxeo sin Cadenas cumple un año más llevando este deporte a varias unidades penitenciarias argentinas. Se genera un espacio de encuentro y aprendizaje a través de esta disciplina. Todas las actividades se desarrollan con el apoyo del WBC, y con la colaboración del Servicio Penitenciario Bonaerense, tanto de sus autoridades como de sus profesores, que participan activamente en las actividades.
El programa tiene como finalidad trabajar enfocados en la reinserción de quienes hoy están privados de su libertad, utilizando el deporte como una herramienta transformadora de la realidad.
De este modo, éstas clases son una de las tantas propuestas tratamentales que se desarrollan regularmente y que buscan, a través de la actividad física, promover valores para un cambio positivo, además de mostrar a la disciplina, no solo desde una perspectiva de actividad física sino también, como una posible actividad laboral para el futuro en libertad.
Gustavo Zacarías, profesor de La Plata que visita periódicamente a la Unidad 9, comentó que “desde la Boxeo sin Cadenas se viene trabajando hace muchos años, tanto en cárceles provinciales como del Servicio Penitenciario Federal y que en cada una de las diferentes propuestas, los resultados han sido muy buenos y sobre todo, alentadores para quienes lo practican.”
Sebastián Desocio, profesor de educación física de la misma unidad penitenciaria, explicó que “estos encuentros con organizaciones civiles permiten un intercambio sumamente enriquecedor para las personas privadas de su libertad, se refuerzan valores fundamentales como el respeto, el autocontrol, la confianza en uno mismo, la responsabilidad y el trabajo en equipo.” Y en ese sentido, también agregó que “más allá de la técnica y la táctica propia de la disciplina, nuestro enfoque es propiciar espacios de aprendizaje utilizando el deporte como un canal para un cambio positivo en la vida de los internos.”
El equipo está dirigido por Martin Danese, coordinado por Antonela Schiantarelli, Federico Lubo, y Soledad Manrique, y cuenta con la colaboración de un gran equipo como: Juan José Bogace, Hernan Redondo, Fernando Pereyra (fundador), Fabian Gusman, Diego De Souza, Pablo Gallardo, Ariel Niro, Omar Barrial y Marcos Arienti (fundador).
En su visita de esta semana a la Unidad 9 de La Plata, Fabián Gusman, uno de los técnicos que se recibió mientras estaba en Sierra Chica, señaló al finalizar la clase que “se puede ver en cada encuentro mucha gente entrenando con ganas de ser libre, porque cuando están entrenando allí adentro ellos buscan su libertad. Y el boxeo es esa búsqueda de libertad. Yo siempre digo que los cordones de los guantes es un eslabón más que ellos van rompiendo en búsqueda de su libertad. Cuando los internos entrenan, esas dos horas de Boxeo sin Cadenas son dos horas menos dentro de su celda. ¿Qué se logra con eso? Una mentalidad más sana y un cuerpo saludable. A mi, cuando estaba dentro de la cárcel, el boxeo me daba esa libertad. Y hoy que estoy afuera el boxeo me sigue ayudando, tengo mi escuela de boxeo donde trabajo con los chicos de las villas”.
Este testimonio es el que mejor resume el objetivo de este programa de reinserción social que se desarrolla en Argentina y que el WBC quiere mostrar al mundo.
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