En el Desert Diamond Arena en Glendale, Arizona, la súper pelea estuvo a la altura de la enemistad previa a la pelea, y después de 10 asaltos de acción sostenida, se coronó a una campeona mundial indiscutible de peso paja.
Seniesa “Super Bad” Estrada (26-0, 9 KOs) derrotó a su rival Yokasta Valle (30-3, 9 KOs) por decisión unánime para unificar todos los cinturones en la división de 105 libras, una novedad en la historia del boxeo.
Ambas tomaron el centro del ring en el primer asalto, pero el estilo poco ortodoxo de Estrada dejó perpleja a una agresiva Valle. Un choque de cabezas en el primer asalto provocó un corte encima del ojo derecho de Valle, y Estrada tuvo éxito al cambiar de postura y golpear desde afuera.
Valle, que no se inmutó, aceleró el ritmo en el cuarto asalto, conectando un gancho de derecha que pareció aturdir a Estrada. Valle siguió aterrizando en el quinto y se notaba que por dentro estaba más fuerte.
Estrada hizo ajustes y comenzó a pelear nuevamente desde afuera, aterrizando con precisión e incluso burlándose de Valle en ocasiones. La costarricense se recuperó al final de la ronda final, pero no fue suficiente.
Todos los jueces calificaron la pelea 97-93.
Estrada dijo: «Me siento mejor. Estoy feliz. Es algo que he estado deseando durante mucho tiempo, volverme indiscutible. Finalmente sucedió y cumplí mis sueños. Estoy más que abrumada y feliz.
“Sabía que ella entraría y sería agresiva como siempre lo es. Ese es su estilo y sabía que le quitaría todo lo que mejor sabe hacer.
“Soy muy competitiva y quiero ser la mejor. En este campo de entrenamiento hubo días en los que me costaba ir al gimnasio. Me dolía el cuerpo. Me dolía la espalda. Me dolía la mano. Pero seguí adelante porque eso es lo que hacen los campeones y porque quiero ser grande».
Valle dijo: “Sentí que el cabezazo que abrió el corte fue intencional. Sentí que ella hizo eso viniendo hacia mí en el primer asalto, y tuve que batallar contra eso durante los últimos nueve asaltos”.
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