Pionera del boxeo femenil, guerrera del ring y de la vida. Ana María Torres es una de las boxeadoras que marcó un nuevo rumbo para el boxeo femenil tanto que el año pasado fue elegida como nueva integrante del Salón de la Fama del Boxeo Internacional, en Canastota. Nacida en enero de 1980 en Ciudad Nezahualcóyotl, Ana destacó por su estilo de boxeo, fuerza, determinación y su pasión por este deporte.
Desde muy temprana edad Ana se interesó en los deportes de contacto y aunque al inicio entrenaba taekwondo, la vida la llevó por otro camino; la guerrera del ring inició sus entrenamientos en el gimnasio D’Vick, en ciudad Neza, con la sola idea de entrenar y practicar algún deporte, pero sin proponérselo, Ana se fue enamorando del boxeo hasta que lo convirtió en su pasión.
La lucha por conseguir un lugar en el boxeo no fue fácil para esta campeona, en su primera pelea profesional el 3 de julio de 1999 contra Mariana Juárez, Ana María no sólo lidió con los golpes de su rival sino también con algunos abucheos y actitudes machistas de los presentes; sin embargo eso no la detuvo, al contrario, la motivó a demostrar que las mujeres tienen la misma capacidad de hacer cualquier cosa que hagan los hombres.
Después de casi 11 años de lucha dentro y fuera del ring; Ana María Torres se ha visto envuelta en revanchas y trilogías; enfrentando en 3 ocasiones a Mariana la “Barbie” Juárez, dos enfrentamientos con Berenice Chávez, dos con Myung Ok Ryu; y en el 2011, dos grandes batallas con Jackie Nava, que la han develado como una de las peleadoras de mayor boxeo a nivel mundial y de toda la historia, la primera la empató, la segunda la ganó, poniendo en su cintura el mayor reconocimiento que cualquier boxeador puede tener, pero sólo los que alcanzan la gloria obtienen, el Cinturón Diamante del WBC.
Una mujer de lucha, de entrega, llena de pasión por el boxeo y fiel a sus ideales. En el WBC nos sentimos orgullos de ser parte de la historia de esta gran campeona mundial, que ha defendió con honor y corazón su cinturón verde y oro en la división supermosca en once ocasiones y que está en el reglón de la excelencia con el sudor y la fuerza de sus puños.
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