Por Mauricio Sulaimán – Presidente del WBC- Hijo de José Sulaimán
Aún no termina febrero, y la cantidad de viajes que he realizado ha sido tremendo.
Desde viajes de un día a Oaxaca o Tampico, hasta darle la vuelta al mundo como Tailandia, Dubái, Roma y Londres. En este proceso he perdido momentos especiales de mi familia, y tomé una decisión de un día a otro… traer a mi hija a festejar su cumpleaños a Las Vegas, y asistir al concierto de Bad Bunny. Este artista puertorriqueño es novio de mi hija; bueno él no lo sabe, pero ella, sí.
Mi esposa, mi hija, su amiga y yo, nos venimos literalmente de backpack, con los vuelos más complicados: CDMX-Denver-Las Vegas-Guadalajara-CDMX, pero misión cumplida: un cumpleaños para la memoria de mi niña adorada.
Caminamos muchísimo para enseñarles esta ciudad que nunca deja de sorprender, y me sucedió algo maravilloso; recordé, como si estuviera en el túnel del tiempo, muchas de las cosas que me sorprendieron desde mi primer viaje a La Ciudad del Pecado. Fue en 1986, mi papá me trajo, con mi hermano Fernando, a ver, ¡la coronación de Mike Tyson!
En ese entonces solamente estaba el Caesars Palace, y los otros hoteles tradicionales como el Flamingo, Dunes, Tropicana, Sahara y unos cuantos más, y fuera de la calle principal, el Hilton, donde se celebraron muchas peleas. El atractivo que se anunciaba en todos los hoteles era buffet de comida, con Prime Rib, por 4.99 dólares.
Mi papá nos llevó al show llamado Jubilee, ¡uf, qué recuerdos! El centro era un gran atractivo, donde había una vitrina con una herradura de caballo con un millón de dólares, los museos de Ripley, de cera y del Récord Guinness.
Julio César Chávez logró su idolatría en las peleas que tuvo en el Hilton. Y su gran consagración fue dándole una paliza al fallecido, Héctor Macho Camacho, en el estadio Thomas & Mack.
Años después llegó el Mirage, y ahí todo cambió. Se inauguró con la pelea Uno Más, la tercera entre Sugar Ray Leonard vs. Roberto Manos de Piedra Durán. Un hotel mágico que tenía un volcán en la entrada, y era atracción para los miles de visitantes; Junto a este hotel, edificó el Treasure Island, con una batalla de barcos pirata, que se presentaba cada hora por las noches.
El MGM, el cual se quemó en los 70, volvió a abrir sus puertas, convirtiéndose en el hotel con más cuartos en el mundo: cinco mil y cinco habitaciones; el cual, incluía un parque de diversiones, y se posicionó como el centro del boxeo, con memorables peleas de Mike Tyson, Chávez, Ricardo López, y esas carteleras que Don King montó con cinco peleas de título mundial.
Acto seguido, llegó el Mandalay Bay que tomó la batuta del boxeo, al protagonizar a Óscar de la Hoya, Érik Morales, Marco Barrera, Lennox Lewis y muchos otros más. Ahí se dio una de las mejores de la historia: Diego Corrales contra José Luis Castillo.
La ciudad siguió desarrollándose, con inmuebles como el New York, París, Venetian, y el Excalibur, con un show de una batalla medieval.
El centro comercial Fashion Show creció de ser uno pequeño hasta expandirse hacia el sur de la calle, conocida como Las Vegas Strip. El Caesars construyó nuevas torres, y se abrió un centro comercial Forum Shops, que nos maravillaba con el techo pintado como nubes.
Mi papá disfrutaba de algunos restaurantes específicos. Fuera del Strip estaba el Tillerman, el Pieros, de comida italiana; Chins, en el Fashion Show; Moongate, en el Mirage, The Palm, en el Caesars, y quizá su favorito, dónde viví muchísimas reuniones con toda la comunidad del boxeo, el Kokomos, en el Mirage.
Eventualmente llegó el Wynn, ese fue otra maravilla que cautivó con su belleza al mundo, y en realidad, al día de hoy, sigue siendo el favorito de muchos.
Las Vegas pasó de ser La Ciudad del Pecado a un destino para todas las edades, y encontró en el deporte, la manera de estar en el mapa internacional. Se construyó el T- Mobile Arena, que en combinación con el MGM, han montado grandes peleas de los últimos años hasta hoy, con Floyd Mayweather, Canelo y Pacquiao, entre otros.
Ahí se trajo a un equipo de la NHL, y los Golden Knights ya lograron ser campeones, con hockey en el desierto ¡impensable! Los Raiders, de la NFL, tienen ya su estadio, y ahí se celebró el más reciente Super Bowl. El beisbol llegara pronto, con equipo de Ligas Mayores, y también se celebró con un éxito inimaginable el GP de la Fórmula 1.
La última gran sorpresa es la famosa The Sphere, que luce como una bola gigante con proyecciones en sus pantallas, donde se celebran conciertos y todo tipo de eventos con 160 mil bocinas.
¿Sabías que…?
Las Vegas es la ciudad con más peleas de campeonato mundial en todo el planeta. Fue en el estado de Nevada, donde el primer campeón mundial de raza de color se coronó, Jack Johnson, aniquilando a la esperanza blanca, James J. Jeffries, en 1909, cuando se construyó un estadio al aire libre, por el promotor Tex Richard.
Anécdota de hoy
Después de una maravillosa cena en The Palm, donde mi papá disfrutó de un gran filete y su tradicional cheesecake, nos dirigimos al Mandalay Bay, una noche antes de la pelea entre Óscar de la Hoya e Ike Quartey. Mi sobrino Pepe Toño se había quedado en el cuarto de don José para tomar recados, y estar al pendiente de lo que se ofreciera, ya que no había celulares como hoy.
Mi otro sobrino, Héctor, había ido por hamburguesas para cenar para ellos dos, y nosotros llegamos a instalar a mi papá para que ya descansara, apagamos las luces y salimos todos del cuarto.
Al llegar al lobby se dieron cuenta que habían dejado las hamburguesas, Hectorón subió, y al entrar al cuarto, se encontró al abuelo sentado en la sala con hamburguesa en mano y con ojos de sorpresa, al verlo entrar, dijo: “Mijito, ¡qué buenas están! Lo que pasa es que casi no cené, y me moría de hambre”. Ambos sonrieron picarescamente, al mismo tiempo que le daba una gran mordida a la suculenta In and out…
Agradezco tus comentarios en contact@wbcboxing.com
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